Los lobos, sus antepasados, medraron precisamente en las zonas más frías del hemisferio norte y eso lo llevan en sus genes. Un perro mantiene su temperatura corporal en base a tres principios básicos: el pelo, la grasa y la masa corporal.
Y dispone de dos tipos de pelo: el primario, con unas funciones básicamente de protección, y el secundario o subpelo, con una función de aislamiento y protección del frío. Sin embargo, las modificaciones genéticas han alterado sustancialmente esta característica en algunas razas.
La aparición de razas de perros de pelo corto, como el galgo, que ha perdido en gran medida el subpelo -la capa de pelo que más aísla del frío y de la humedad- hace que esta premisa no siempre se cumpla.
Por ello, con los galgos hay que tener más precauciones cuando las temperaturas bajan por debajo de los
Tienen menos capacidad de almacenaje de grasa que otros perros, ya que se han conformado como verdaderos atletas, donde la fibra es más importante que la grasa.
La suma de estos tres factores es la sensación térmica que percibimos.
En general los perros son sensibles a la humedad y al aire, llevar a tu galgo con un abrigo o forro polar es una medida sencilla que ayuda a que los perros pasen menos frío.
En casa el galgo necesita una cama libre de corrientes de aire.
FUENTE : www.baasgalgo.com