domingo, 24 de enero de 2010

Los galgos y el frío

En general, los perros aguantan mejor el frío que el calor.
Los lobos, sus antepasados, medraron precisamente en las zonas más frías del hemisferio norte y eso lo llevan en sus genes. Un perro mantiene su temperatura corporal en base a tres principios básicos: el pelo, la grasa y la masa corporal.

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Y dispone de dos tipos de pelo: el primario, con unas funciones básicamente de protección, y el secundario o subpelo, con una función de aislamiento y protección del frío. Sin embargo, las modificaciones genéticas han alterado sustancialmente esta característica en algunas razas.

La aparición de razas de perros de pelo corto, como el galgo, que ha perdido en gran medida el subpelo -la capa de pelo que más aísla del frío y de la humedad- hace que esta premisa no siempre se cumpla.


Por ello, con los galgos hay que tener más precauciones cuando las temperaturas bajan por debajo de los 10ºC.






La grasa es otro factor importante para la conservación de la temperatura. Una buena capa de grasa debajo de la piel aísla de manera importante. Pero sucede que en los galgos hemos eliminado genéticamente la capacidad de almacenamiento de grasa subcutánea.


Tienen menos capacidad de almacenaje de grasa que otros perros, ya que se han conformado como verdaderos atletas, donde la fibra es más importante que la grasa.
El lugar donde alojemos al perro, tiene mucha importancia, ya que allí es donde más horas pasa, especialmente las más frías de la noche. Su aislamiento, la orientación, la protección frente a la lluvia, el aire, la humedad, etcétera, son muy importantes. Hay que tener en cuenta, que la temperatura que su organismo percibe -como nos sucede también a nosotros -no es la temperatura ambiente, sino la suma de la temperatura, la humedad y el viento.


La suma de estos tres factores es la sensación térmica que percibimos. 10ºC de temperatura ambiental pueden ser llevaderos, incluso agradables para hacer algo de ejercicio. Pero si la humedad es muy alta y el viento muy fuerte, la sensación térmica con esa temperatura puede ser heladora.

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En general los perros son sensibles a la humedad y al aire, llevar a tu galgo con un abrigo o forro polar es una medida sencilla que ayuda a que los perros pasen menos frío.


En casa el galgo necesita una cama libre de corrientes de aire.


Otro punto muy importante son los viajes en coche, especialmente cuando los galgos terminan de hacer ejercicio en invierno y se han mojado. Muchos galgos se acatarran y cogen neumonías precisamente en estas circunstancias. Mantén las ventanas cerradas para evitar corrientes. De todas maneras, es mejor disponer de jaulas de transporte para que los perros viajen. Van más seguros y protegidos del frío. También conviene abrigarles con un ligero forro polar.

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FUENTE : www.baasgalgo.com